Tenis

Para Carla Suárez, la final que tenía previsto disputar este domingo en Amberes suponía un hito importante en su carrera. Tras mucho pelear en pistas de todo el mundo a la canaria se le presentaba la opción de ganar un torneo Premier, a la altura de los Masters 1000 masculino. Una mala postura nocturna le privó de la oportunidad de intentarlo siquiera. Y, de paso, evitó que una victoria individual se sumara a la de la pareja Medina – Parra que se impuso en el dobles.

 

Cuando a las seis de la mañana, la jugadora española se ha levantado en su hotel de Bélgica, los dolores que tenía ya barruntaban el inesperado desenlace: no podía jugar la cabeza hacia el lado derecho. El cuello estaba muy contracturado por una mala postura durante el descanso nocturno. A pesar de las dificultades, la canaria lo ha intentado todo para poder jugar. Su entrenador Xavier Budó la ha acompañado toda la mañana para controlar su evolución. Ha tomado antiinflamatorios e incluso ha llegado a probar en pista pero las condiciones físicas no eran las mejores para afrontar un partido de la exigencia de una final, especialmente de la dureza física que se le suponía al enfrentamiento con la alemana Petkovic.

A pesar del contratiempo, Carla Suárez comienza con buenas sensaciones una temporada que la va a tener cerca del top ten mundial en estos primeros compases del año (puesto 13 de la WTA desde este lunes).

En el cuadro de dobles, la gran noticia la dieron Anabel Medina y Arantxa Parra. El doble español se impuso tras mucha pelea  a la combativa pareja local An-Sophie Mestach y Alison Van Uytvank. El partido se fue más allá de la hora y media de juego para un tanteador final de 6-4, 3-6 y 10-5.